sábado, 20 de diciembre de 2008

La Hermandad del Gran Volante.

Erase una vez seis gentiles caballeros del asfalto, maestros en el arte de surcar kilometros y kilometros a lomos de 18ruedas y 40 toneladas de acero.

Coincidieron en un alto de su camino sobre un llano montañoso, fatigados de luchar contra la gran serpiente, con sus curvas y descensos humedos y vertiginosos, entre puertos de montaña.

Tras una buena reconfortante comida y estando ya en los cafes, comenzo uno a preguntar por los bellos carruajes de los demas caballeros. Ya entablada la conversacion y entre risas y alabanzas acordaron reencontrarse cada vez que se terciase una propicia ocasion.

Y como prueba de tal pacto de caballeros prometieron ser capaces de servir de buen ejemplo a todo aquel que tuviera de herramienta en sus haceres la estrella del Gran Volante.

Y en lo alto de sus corceles impusieron una bandera negra y estamparon dos llaves inglesas blancas cruzadas y sobre ellas un volante plateado, creando con este gesto la Hermandad del Gran Volante.

Al separarse surcaron todas las carreteras, autovias y autopistas, locales, regionales, nacionales e internacionales. Cruzaron continentes, surcaron los mares en busca de sus destinos en islas y archipielagos.

Y en todos esos momentos esgrimieron una sonrisa despejada, sin mostrar preocupacion. Ayudando cuanto pudieron, dieron ejemplo de como ser en esta vida un buen amigo de todos. Mostraron la ruta a seguir si queremos que la vida sea digna de vivir y el mundo menos peligroso.

"Dedicado a todos aquellos que piensan que las cosas son como son y que no se puede hacer nada para mejorarlas."

Atte. Juanmadecai

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